viernes, 20 de diciembre de 2013

232. Pasando lista



Comprendí realmente que había cambiado Tarragona por Alicante cuando pasé lista a mis alumnos el primer día de clase. Arniches: presente; Bonmatí: presente; Gilabert, Miró… presentes. Y aunque los nombres de pila eran otros, yo no podía menos que sonreír al evocar al dramaturgo alicantino Carlos Arniches; a Margarita Bonmatí, natural de Santa Pola y esposa de Pedro Salinas, que durante un tiempo vivió en El Altet; a Concepción Gilabert, madre del oriolano Miguel Hernández; a Gabriel Miró. Ahí estaban mis poetas, mis escritores, saludándome a través de estos chiquillos que quizás no conozcan siquiera el abolengo literario de sus apellidos, resucitándose mediante el sortilegio onomástico para darme la bienvenida, para decirme: “aquí nos tienes, reconfortaremos tu alma de transterrado. Que la sobriedad de estos riscos pelados serene tu espíritu y que la huerta de la vega oree tu nostalgia”. De camino a casa, un coche se detiene a mi lado en el semáforo. Sobre el techo del automóvil, un rótulo: Autoescuela Azorín. Pierdo mi mirada agradecida allá por donde intuyo que queda Monóvar.

Y, no obstante, en mi otra lista me faltan mis padres, mi hermano, mis amigos, y aquella patria chica que se limitaba a las lindes de mi barrio de periferia, Bonavista, allá en Tarragona. Mis pinos imperiales son ahora palmeras africanas, mi Rambla Nova es ahora la Explanada de España y he sustituido el Balcón del Mediterráneo por el  Castillo de Santa Bárbara. Desde su atalaya, los ojos se pierden en la inmensidad del mar, que me trae olas del presente y del ayer.  Porque 
 
“El mar también elige 
puertos donde reír
como los marineros. 
El mar de los que son.
El mar también elige
puertos donde morir. 
Como los marineros. 
El mar de los que fueron”
 
(Miguel Hernández).
 
Publicado en Tribuna de Poniente

3 comentarios:

Javier Angosto dijo...

¿Qué te voy a decir, Píramo, que no sepas tú...? Deseo -tú bien lo sabes- que los dioses te sean propicios, y que Azorín, Gabriel Miró y Miguel Hernández te acompañen siempre en esa hermosa tierra donde ahora vives, una tierra abierta y tolerante en donde sé que serás todo lo feliz que mereces ser.

Tisbe dijo...

Alicante está más bonita desde que vives tú en ella. Gracias por todo.

Píramo dijo...

Gracias, Javier. Tus buenos deseos me reconfortan y amparan. Gracias por tu amistad.

Tisbe, mi tierra estará donde estés tú. Y todas serán hermosas.